La ciencia siempre va estudiando como hacer todo de forma más sana y sencilla, por eso surgió la Microdermoabrasión o punta de diamante, el cual es un tratamiento de exfoliación de la piel, no invasivo y uno de los métodos de belleza más actuales, gracias a su tecnología.
Se trata de un micropeeling, donde la maquina va exfoliando la piel con diversas intensidades. A su vez limpia con un aspirador extrayendo las células ya agrietadas. De esta forma la dermis se va puliendo de manera gradual y por capas.
Esta novedad, provoca la regeneración celular y el incremento en la producción del colágeno, que permite mayor suavidad en la piel. El sistema es utilizado con diferentes objetivos, entre ellos:
- Eliminación de manchas producidas por el sol.
- Atenuar arrugas (peribucales, de contorno de ojos y arrugas leves).
- Hiperpigmentación.
- Tratamiento de cicatrices del acné.
- Fotoenvejecimiento.
- Pieles seborreicas.
- Reducción de poros dilatados.
- Piel seca o con falta de elasticidad.
- Estrías.
- Eliminación de puntos negros.
- Hiperqueratosis.
- Cicatrices.
- Quistes y comedones.
La técnica de la punta de diamante tiene varias utilidades, sin embargo los resultados se dan en forma progresiva ya que éste procedimiento requiere de varias sesiones, las cuales van a depender de las necesidades de cada paciente.
Generalmente se realizan 5 o 10 citas, para obtener mejores resultados. Cada una de estas, dura aproximadamente entre 15 y 45 minutos.
Cabe acotar que la microdermoabrasión no requiere de cuidados especiales. Se trata de un procedimiento indoloro que en ocasiones puede provocar un leve enrojecimiento o dejar la piel algo tirante, pero desaparece horas más tarde.
Lo resaltante de esta terapia es que mediante ella, la dermis se verá más dócil, joven, tersa y limpia dando como resultado un mejor aspecto, un tono parejo y manchas menos visibles.
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